Gracias por darte este momento.
Por parar. Por escuchar.
Por volver a ti, aunque sea unos minutos.
No tienes que hacer nada.
Solo estar. Respirar. Y dejar que pase lo que tenga que pasar.
🟢 Audio 1 – Volver a ti
Para reconectar con tu cuerpo cuando estás dispersa o agotada.
👉 Escuchar
🟢 Audio 2 – Soltar el día
Para cerrar el día sin tensión ni culpa, incluso si llegás rota.
👉 Escuchar.
🟢 4 Microprácticas simples
Cuatro gestos que puedes hacer en cualquier momento para volver a ti.
1. La pausa de 1 minuto para calmarte
A esta práctica se la conoce como Tecnica de Parada de Pensamiento.
Un momento para resetear y volver a empezar.
Crearas un momento reconectando con tu capacidad y sabiduría innata para escapar de esa mezcla de sentimientos intensos que se manifiestan de forma desenfrenada.
Saldrás de esa vorágine inconsciente, situándote en el momento presente, el aquí y ahora, armonizando lo que sucede en ese momento, sin esperar nada en concreto,
para poder continuar con tu vida.
2. Respira donde lo sientes
No tiene que ser profundo. Ni perfecto.
Solo lleva el aire al lugar donde sientes tensión.
A veces es el pecho. O la tripa. O la garganta.
Respira ahí como si pudieras abrir ese espacio desde adentro.
¿Quieres algo más guiado?
💡Prueba esto:
Inhala contando hasta 5
Retén el aire contando hasta 4
Exhala lentamente contando hasta 10
El secreto está en alargar la exhalación.
Si puedes soltar el aire más tiempo del que lo tomas, tusistema se relaja.
Ten en cuenta que quien marca el tiempo es la expiración. Si puedes espirar durante X segundos, la inspiración no debe ir más allá de la mitad del tiempo de espiración (X/2).
En este ejemplo expiras mientras cuentas hasta 10 e inspiras 10/2, es decir, mientras cuentas hasta 5.
3. La pausa del cuerpo
Afloja. Suelta.
Mandíbula, hombros, manos… lo que sientas más tenso.
Y repite mentalmente:
“No tengo que sostener todo esto ahora.”
¿Quieres acompañarlo con el cuerpo?
💡Prueba esto:
Sube los hombros lentamente al inhalar.
Mantenlos arriba un par de segundos.
Y déjalos caer al exhalar, como si soltaras una carga.
Hazlo dos o tres veces, sin prisas.
Tu cuerpo entiende lo que sueltas, aunque tu mente no lo diga.
4. Estar sin apurar
Apaga la pantalla.
Mira el techo, el cielo, una planta… o simplemente cierra los ojos.
No resuelvas. No pienses. No te expliques nada.
Tres minutos donde no hay que rendir. Solo estar
¿Quieres sostener el foco un poco más?
💡Haz esto:
Elige una palabra que te traiga calma.
(Ej: “suave”, “gracias”, “estoy”…)
Repítela mentalmente al ritmo de la respiración.
(Inhalas → “suave” / Exhalas → “suave”)
Si te vas, vuelve. Y listo.
No es meditar.
Es darte un momento de presencia sin meta.
Cada semana acompaño una meditación con algo más:
ejercicios sencillos, claves emocionales o prácticas que sostienen de verdad.
Sin apps. Sin postureo. Sin exigencias.
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